viernes, 20 de mayo de 2011

FUNCIÓN ORIENTADORA Y MOTIVADORA DE LA EVALUACIÓN

FUNCIÓN MOTIVADORA
La motivación es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte del sujeto y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo. La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas.


Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo. La ausencia de motivación hace complicada la tarea del profesor. También decir que la falta de motivación por parte del alumno queda a veces fuera del alcance del profesor.

SU FUNCIÓN ESTÁ RELACIONADA A LOS TIPO DE MOTIVACIÓN

Ø  Motivación relacionada con la tarea, o intrínseca

Ø  Motivación Extrínseca

FUNCIÓN ORIENTADORA
Permite al alumno tomar conciencia de su aprendizaje y, a partir de ahí, implicarse más en el mismo, a la vez que ayuda al profesor a introducir los cambios necesarios en la enseñanza, actividades de apoyo y refuerzo.


Esta función está íntimamente ligada al momento de evaluación inicial y a los efectos que de ella se extraen: diagnóstico y pronóstico.

Dentro de esta función orientadora se tiene en cuenta el diagnóstico por su doble papel orientador.

La evaluación diagnóstica es un proceso que pretende determinar:
Ø  Si los alumnos poseen los requisitos para iniciar el estudio de una unidad o curso.
Ø  En qué grado los alumnos han alcanzado ya los objetivos que nos proponemos en esa unidad o curso (conocimientos, habilidades, destrezas, etc.).
Ø  La situación personal, física, emocional y familiar en que se encuentran los alumnos al iniciar el curso o una etapa determinada.


Información extraída de las clases de evaluación del aprendizaje.
Impartidas por la licenciada Verónica Isabel Figueroa

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